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viernes, 3 de mayo de 2013

Esta es la primera pistola impresa totalmente en 3D


Finalmente ha sucedido. Tras meses de noticias un tanto amarillistas precognizando la invasión de las armas de fuego caseras impresas en 3D, Cody Wilson, el enfant terrible tras la iniciativa Defense Distributed, ha creado la primera pistola modelada virtualmente al 100% usando plástico y una impresora 3D. Atrás quedan los tiempos en los que estos dispositivos se identificaban con figuritas coleccionables y prótesis quirúrgicas.

Wilson, un estudiante de derecho de 25 años que se autodescribe como criptoanarquista, es una de las figuras más conocidas dentro de un incipiente movimiento que busca aprovechar la fuerza de internet y la creciente sofisticación de las impresoras 3D para desarrollar armas de fuego totalmente caseras cuya construcción no precise de herramientas especialmente complicadas o costosas. Hasta ahora todo lo que había conseguido era fabricar el cajón de mecanismos de un rifle de asalto (todos los componentes internos y el cañón seguían siendo metálicos), pero su nueva Liberator tiene el extraño honor de estar fabricada casi totalmente en plástico ABS; tan solo la aguja del percutor es de metal. Esto significa que en teoría podría sortear los detectores de metales sin dificultad, por lo que para evitar problemas legales Defense Distributed ha incluido una pieza de acero de dimensiones considerables en su interior.

Según publica la revista Forbes, esta pistola ha sido diseñada para poder disparar munición de distinto calibre cambiando únicamente el cañón. Dada la fragilidad del plástico, no cabe esperar que utilice cartuchos especialmente potentes. El retratado en la fotografía superior parece ser del calibre 9 mm Corto, que por su baja potencia y tamaño es utilizado normalmente con fines defensivos.

Wilson ya consiguió levantar una auténtica polvareda en Estados Unidos cuando hace meses anunció su propósito de crear un rifle impreso en 3D, a pesar de que era (y sigue siendo) una meta muy ambiciosa y prácticamente imposible de alcanzar sin hacer uso de un gran número de componentes metálicos y relativamente fáciles de controlar. Esta primera pistola de plástico, sin duda, elevará aún más el tono del debate sobre la posesión de armas, puesto que esencialmente permite saltarse cualquier tipo de mecanismo legal pensado para regular su tenencia y adquisición. No es algo que le preocupe a Wilson, que ya ha anunciado su propósito de colgar los modelos CAD para replicarla tan pronto como el mecanismo de la Liberator supere las pruebas de fiabilidad.

Por ahora desconocemos es si este tipo de artilugios podrían terminar condicionando de alguna forma el futuro de las impresoras 3D, pero si quieres conocer más a fondo a Wilson y sus motivaciones, tras el salto encontrarás un reportaje subtitulado en español elaborado por la revistaVice.



El contenido del post es de mi autoría, y/o, es un recopilación de distintas fuentes.

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